Generalmente escribo poesía para atrapar instantes, para volverlos a sentir, pensar y disfrutar cada vez que lo necesito. Léase El Nogal y el Cielo o Del Azahar era el Valle. Versificar es una manera de estar en el mundo, de posicionarme. Escribir poesía es vivir sin dejar a un lado los sentimientos más íntimos. Al pasar al papel quedan atrapados en el tiempo. Al editarlos pasan a ser de toda persona que lo lea, cualquier persona de cualquier época. La palabra escrita se libera del tiempo y el espacio. Se universaliza. Recitar y leer tu propia poesía es un acto de generosidad porque descubres tu ser más esencial. También es un acto de valentía porque te sometes al juicio de las demás personas. Te desnudas. En mi caso se establece un feed back, retroalimentación positiva, a través de las lecturas y presentaciones de libros que me ha consolidado como autora y me forma continuamente como pensadora.
Los artículos de opinión tienen como objetivo compartir pensamientos y experiencias mientras que mi poesía casi siempre tiene un afán estético-lúdico. Sin embargo el hecho de posicionarme con las mujeres que sufren hace que parte de mi obra poética sea dura y realista. En esta faceta creativa la sororidad y el afán de conseguir la igualdad se convierte en prioritaria. La estética es especialmente cuidada, la sonoridad del verso corto persigue la imagen del hecho poético. La dificultad está en presentar una realidad dura arrancando belleza al objeto poético, la mujer que sufre. En Cinco continentes y un género me identifiqué con cada una de las mujeres, en las distintas edades y en cada continente intentando profundizar en el hecho más hiriente de cada realidad. Ser mujer en cualquier parte del mundo es un factor de riesgo real. Me tomé tres años para pensar, para crear ésta obra poética. Necesité tres años para crear versos que concretan los hechos y sacan belleza suficiente para repetir una y otra vez en recitales poético musicales. También pensé en el público, en las personas que unas horas de su tiempo libre las dedica a la música, la poesía, la evasión y el disfrute. A nadie le gusta ir a sufrir un ratito en su tiempo libre; el día a día ya es sufrimiento y lucha. Quiénes presencian el recital reciben conciencia de la situación de las niñas, adolescentes y mujeres. Se ven envueltas en una visión de la niñez, juventud, madurez, vejez y muerte de mujeres del mundo. Los silencios son importantes entre mis poemas –invito a pensar-. Separo los poemas dentro de un mismo trabajo poético con letras griegas. Selecciono las letras por los significados que en el Sistema Internacional se da a las mismas. En álgebra, análisis matemáticos, física y química nuclear. La letra alfa tiene varias lecturas, es la primera del alfabeto, es una partícula radiactiva o cualquier elemento en las probabilidades de un hecho. En mis trabajos poéticos suele ser la primera pero no siempre. La letra omega mayúscula significa el conjunto de todos los elementos en un hecho de probabilidades también en matemáticas de conjuntos. Yo la pongo al principio en Cinco Continentes y un género con el nacimiento de una niña significando el conjunto de todos los elementos posibles que se abre al nacer y se cerrará con la letra infinito que simboliza para mí la muerte. Alfa es la niñez, Beta la juventud, Gamma la madurez, Delta vejez y el símbolo del infinito la muerte. Para mí la mineralización de nuestro cuerpo es el infinito, la muerte. Es el paso a otra forma de estar en el Universo. Este paso lo trato de manera objetiva desprovista de tragedia o dolor. Para mí el dolor y la tragedia está en la vida sin calidad de vida. En la subordinación, la desigualdad, el abuso, la esclavitud, la miseria en todas sus formas.
2,- ¿qué me mueve a escribir?
Me mueve a escribir el deseo de compartir pensamientos y experiencias. Yo busco la belleza, la emoción, la comunicación en la palabra. También es una manera de autorizarme, de creer en mi misma de posicionarme como creadora. Al editar y ser leída se produce el feed back, retroalimentación, con el pensamiento y las formas de ser de otras personas que responden a mis escritos. El perfeccionamiento de las obras y la satisfacción personal es una consecuencia del hecho de escribir.
3.- ¿Hay una literatura de mujeres y otra de hombres? Si no la hay tendríamos que inventarla, es necesario un lenguaje igualitario y éste no viene de la mano de académicos precisamente. La gente en general hace evolucionar el lenguaje utilizándolo y este sería el caso. Desde el Arte se puede transgredir e inventar, eso propongo cuando escribo. Juego con el lenguaje y con las imágenes simbólicas que creo en los poemas.
Hay mujeres que escriben y llegan a editar sus obras, a venderlas. Entran en lo que se reconoce como Literatura con mayúscula. Se les estudia, se difunde su obra y recomiendan a lectores. La realidad histórica nos demuestra que existe un techo de cristal, que ha impedido que las escritoras se encuentren en estos puestos visibles. Es un ejemplo los libros de texto anteriores a la Ley de Igualdad. La obligatoriedad en el sistema educativo español de revisar los textos en libros y material escolar dedicados a la enseñanza con perspectiva de género pretende evitar en adelante la discriminación por razones de sexo.
La revisión del lenguaje con perspectiva de género es tarea de mujeres y de hombres. Quienes insistan en un lenguaje androcéntrico y machista quedarán anticuados. La gente cuando habla ya nombra en femenino y en masculino y utilizan palabras generales, neutras que incluyan ambos sexos.
2 comentarios:
Muy bien, Aurora ! ánimo y adelante con tus reflexiones poéticas y tus recitales. Besos desde Coín.
Gracias Antonio por tu ánimo, bien sabes que mi vocación escritora es desde la cuna. A ver cuando puedes venir a algún recital poético-musical de los que organizo.
Besos desde Málaga.
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