Felices fiestas y Próspero 2022


 

Praxis feminista en Málaga y Provincia (1990-2021) y Heroínas ocultas, mujeres escritoras y artistas excluidas por la historiografía.


Colección de ensayo Grupo ALAS
26 noviembre 2021
19 h
Ateneo de Málaga



La autora, parte de esta Historia, se constituye en narradora de todas esas actividades y de su significación, en un escenario, que no por próximo deja de ser ya una buena parte de la Historia de la política y de la sociología de nuestro más inmediato entorno cultural. Y puesto que ella misma ha sido parte activa, su trabajo adopta un especial interés, no solo en su aspecto más teórico de la enumeración de importantes aportaciones al feminismo y a la igualdad, sino también de su significado práctico que da cuenta de la importancia que finalmente tiene cualquier actividad que redunde en la mejora de las condiciones de vida y de la felicidad que debería perseguir toda acción política que intente realizar los fines de un Estado Social y democrático de derecho.

Mª Luisa Balaguer Callejón

Catedrática y Magistrada del Tribunal Constitucional

Medalla del Ateneo de Málaga, 2021

 

Aurora, autora de este trabajo que tengo el honor de acompañar con estas modestas líneas, así lo hace, y nos ofrece un sugerente estudio que nos ayudará a entendernos mejor y a trabajar por un mundo mejor. Lo centra en Málaga, sabedora de que, como pretendía Sciascia, describiendo bien Sicilia, describía el mundo. Y eso hace más útil el libro de Aurora: describiendo Sicilia o Málaga bien descrita, seguro que un neoyorquino sabrá entendernos.

Una de las mayores virtudes del trabajo es lo didáctico que resulta en todo momento: estas páginas unen teoría, extraída de los libros más sabios, a práctica, lograda a pie de obra, y eso el lector lo agradece.

Antonio J. Quesada Sánchez

Profesor de Derecho Civil de la Universidad de Málaga

 

EPÍLOGO 

Esta edición de Praxis feminista, corregida y ampliada, resulta un proyecto inacabado per se, el movimiento feminista es dinámico y está atento a los cambios políticos y sociales. Termino con el proyecto Tomemos la palabra, en los que participamos la vicepresidenta y presidenta del Grupo ALAS, jornadas en la línea de trabajo de transformación del lenguaje que represente a la mujer. Otros temas de candente actualidad, merecerían horas y días intensos de estudio, son el Movimiento Queer[1], Los vientres de alquiler o maternidad subrogada[2], La ley trans[3].



[1] La teoría queer es un conjunto de ideas sobre el género y la sexualidad humana que sostiene que los géneros, las identidades sexuales y las orientaciones sexuales no están esencialmente inscritos en la naturaleza biológica humana, sino que son el resultado de una construcción social, que varía en cada sociedad.

[2] Desde el feminismo se sostiene la campaña iniciada por filósofas y constitucionalistas españolas "No somos vasijas" que pretende erradicar la práctica del vientre de alquiler y que denuncia la "cosificación" del cuerpo de las mujeres.

[3] En España, existe ya un anteproyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, conocida como ley trans, desde junio 2021. España es ya el decimosexto país del mundo que permite la autodeterminación de género, después de Dinamarca, Portugal, Noruega, Malta o Argentina, entre otros.



 Heroinas ocultas. Mujeres escritoras y artistas excluidas por la historiografía, de Inmaculada García Haro, se compone de siete capítulos, donde la autora, con prosa clara y precisa va desarrollando la biografía de las heroínas de pincel y pluma que sobresalieron en el panorama cultural y político de la época en que les tocó vivir. En un in crescendo sencillo y natural, se adentra en la historia de grandes mujeres, indagando con gran interés los porqués de haber sido silenciadas o no tenidas en cuenta.  En cada una de las biografiadas, siendo distintas, tienen en común su fortaleza al enfrentarse a un patrón de conducta social, impuesto, que las aprisionó con dureza.

El libro se publica en la Colección de ensayo del Grupo ALAS, siendo el número dos. Por primera vez en Jákara Editores. El primer número, Praxis feminista en Málaga y provincia 1990-2021[1], de mi autoría, sale editado a la vez y presentado en la Feria del libro de Málaga. Cabe decir, que ambos libros son el resultado de la investigación de muchos años, atendiendo de manera fehaciente objetivos feministas de recuperación de la memoria de las mujeres[2] . Treinta años de gestión cultural feminista con unos estatutos cuyos fines son:

a)           Empoderar a las mujeres escritoras y artistas

b)           Investigar la obra de las mujeres y difundir su contribución y/o exclusión                         en el arte universal.

c)           Realizar crítica de arte:

              1.- De escritoras/es

              2.- De artistas feministas

              3.- Del arte universal y su historia desde la perspectiva de género.

d)           Investigar el lenguaje y el arte desde el punto de vista de género.

e)           Detectar las dificultades de las mujeres escritoras y artistas para acceder al mercado y la profesionalidad. Elaborar estrategias encaminadas a eliminar estas dificultades.

f)            Producir acontecimientos artísticos protagonizados por mujeres.

g)           Apoyar la creatividad de las mujeres en las artes y oficios artísticos.

h)           Promover Planes de desarrollo que solventen la pobreza en el mundo.                            que garanticen el uso de los recursos naturales para las generaciones futuras y a su vez incorporen tecnologías sociales compatibles con la conservación del Medio Ambiente.

I)             Apoyar la resolución de conflictos por vía pacífica.

 Como presidenta fundadora de ALAS, Asociación de mujeres por la literatura y las artes, fundada en 1999, he sido testigo de excepción en el proceso creativo de mis socias y amigas. He realizado un seguimiento de las actividades y de las ediciones de libros de ALAS. En el caso de Inmaculada García Haro desde 2001. La autora ha seguido una impecable trayectoria literaria in crescendo ganándose un puesto en el panorama editorial. Su currículum es impresionante y nunca se apartó del objetivo sórico que la llevó a participar en ALAS. Este libro Heroínas ocultas. Mujeres escritoras y artistas excluidas por la historiografía, es donde la autora Inmaculada García Haro viene a culminar uno de los grandes objetivos que nos propusimos en ALAS: “Investigar la obra de las mujeres y difundir su contribución y/o exclusión en el arte universal.” (Art. 5 Estatutos ALAS, 1999). Ella es historiadora de formación, ha sido Técnica superior de Patrimonio Cultural de la Junta de Andalucía, estaba preparada para asumir este reto y lo asumió. Estamos hablando de muchos años de trabajo minucioso y profesional, en los que Inmaculada García Haro, no solo ha cumplido objetivos, sino que se ha formado como escritora con evidente éxito.

Aurora Gámez Enríquez

Presidenta Grupo ALAS



[1] Gámez, A. Praxis feminista en Málaga y provincia 1990-2021. Jácara Editores. Málaga, 2021

[2] ALAS, Asociación de mujeres por la literatura y las artes. Art. 5 Estatutos. 1999-2016.

 

Grupo ALAS, Manifiesto, 2017.

XII Premio Elio Antonio de Lebrija 2021 a JUANA CASTRO

Desde la Delegación de Málaga, Ace Andalucía
felicitamos a Juana Castro
y nos complace publicar una reseña homenaje leída en el acto de entrega del XII Premio de Las Letras Andaluzas, 2021
"Elio Antonio de Nebrija"
 

 La excelente intervención, a cargo de la Catedrática de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada                      Universidad de Córdoba, Dña. María Ángeles Hermosilla Álvarez, (esta reseña forma parte de un estudio  más amplio sobre la obra de nuestra poeta):

JUANA CASTRO

 

Mª Ángeles HERMOSILLA ÁLVAREZ

Universidad de Córdoba

   

    Aunque en los últimos años las poetas han ido tomando conciencia de la existencia de una voz lírica femenina, el camino no ha sido fácil y los logros conseguidos se deben en buena medida a escritoras que, como Juana Castro, ofrecieron un ejemplo en la construcción de un yo poético de mujer.

Hasta bien avanzado el siglo XX, las mujeres que tomaban la palabra observaban la paradoja de que eran «sujetos hablantes en un lenguaje que ya las ha construido como objetos» (Patrizia Violi, 1991: 14), de modo que la construcción de la subjetividad debía realizarse a partir de la «deconstrucción» del orden patriarcal.

    Por tanto, lo femenino, para el pensamiento posmoderno, es en gran medida, una construcción cultural, y el feminismo francés de la diferencia afirma que la identidad sexual no es biológica, sino que responde a una posición cambiante del sujeto. Por ello, autoras como Julia Kristeva (Toril Moi, 1986: 171 y ss.), en vez de elaborar un teoría sobre lo femenino, ponen el acento en la marginalidad o la disidencia, que parecen caracterizar a las escritoras cuando tratan de crear un sujeto poético propio.

    Sin embargo, aunque pueda existir algún precedente aislado, se trata de una labor que las poetas no emprenderán hasta finales de los setenta del siglo pasado y, entre ellas,  destaca Juana Castro, que, como afirma Olvido García Valdés en el prólogo de la antología Heredad (Juana Castro, 2010 b: 11), se declara abiertamente seguidora del feminismo de la diferencia.

    Ya en su primer libro, Cóncava mujer (1978), situado en el panorama poético entre una poética realista y la que representaba el grupo Cántico, reflexiona sobre la condición de mujer, un tema clave que desde el principio ha señalado la crítica, cuyo designio social, vinculado a lo reproductivo, pone en cuestión.

   Se inicia así una trayectoria literaria, jalonada de premios, como el que nos reúne hoy aquí, que continúa con el libro Del dolor y las alas (1982), sobre la pérdida del hijo; Paranoia en otoño (1985), premio del Ayuntamiento de Valdepeñas, libro de exaltación de la pasión amorosa; Narcisia (1986), que canta la creación del mundo desde un punto de vista de mujer; Arte de cetrería (1989), premio Juan Ramón Jiménez, donde las imágenes de la caza reflejan las relaciones de poder; Fisterra (1992), premiado un año antes, con el título Regreso a Géminis,  por el Ayuntamiento de Algeciras, y en el que se rememora el paisaje rural de la infancia, un tema presente también en Del color de los ríos (2000), accésit del premio Esquío de Poesía (Ferrol), en algunos de cuyos versos homenajea a sus antepasadas. Entre uno y otro, Juana había publicado No temerás (1994), premio Carmen Conde, sobre la figura de Salomé.

    De signo diferente son los poemarios El extranjero (2000), premio San Juan de la Cruz, sobre el exilio, Los cuerpos oscuros (2005), premio Jaén de Poesía, acerca de la enfermedad del Alzheimer, o Antes que el tiempo fuera (2018), vigésimo quinto premio Ricardo Molina, articulado en torno al fósil Amaltheus, que remite al origen, mientras que, por contraste, el erotismo lúdico caracteriza La bámbola. Intrusos en la red (2010).

    Este recorrido por la obra poética de Juana Castro, que los lectores pueden seguir, por otro lado, en las antologías Alada mía (1996), La extranjera (2006), Vulva dorada y lotos (2009) Heredad, seguido de Cartas de enero (2010) o Nunca estuve tan alta (2018), tal vez puede hacer pensar que, dada la variedad de temas tratados y de planteamientos estilísticos, se trata de una producción discontinua y dispersa. «Nada podría estar más lejos de la verdad –concluye Sharon Keefe Ugalde (2002: 12)–, porque su obra, en toda su diversidad, forma un cuerpo textual unitario» donde cobra un papel de primer orden el interés por la subjetividad femenina (Id.: 12-13).

    En efecto, desde el principio sus poemas critican la opresión de las mujeres y el papel que se les asigna en el orden patriarcal, como se observa en «María encadenada», de Cóncava mujer:

 

Llora, pequeña.

Te están circuncidando en la belleza,

                                                     llora,

[…] Te están atando al oro

                                para que no recuerdes

ni voluntad ni inteligencia,

para que seas eternamente la muñeca

presa de adornos y miradas. (Juana Castro, 2010 b: 35)

 

    Y pronto adquieren un tono próximo a la disidencia o la subversión, rasgos de los que hablaba Kristeva y que cristalizan en algunos ejemplos muy ilustrativos del poemario Del color de los ríos. Así, en «La era» surge un sujeto poético denunciador de la coactiva ley del padre, que impide cualquier tipo de expresión:

Mi padre y yo dormimos

en la era, y la paja

nos es lecho de estrellas. Se sienten

las culebras cruzar toda la noche

los haces de cebada, y ratas como gatos

nos roban en el trigo. Me estremezco

y no grito, porque mi padre ronca

bebiéndose la luna […]

Castro, 2000 a: 19)

 

    O en el poema «Padre», de título muy significativo, en el que el poder patriarcal es ejercido violentamente:

 

Esta tarde en el campo piafaban las bestias.

[…] Me tiró sobre el pasto

de un golpe, sin palabras. Y aunque hubiera podido

a sus brazos mi fuerza,

no quise retirarlo, porque padre

era padre: él sabría qué hiciera.

Tampoco duró mucho.

 

Y piafaba las bestias. (Id.: 22)

 

    No obstante, nuestra escritora se percata enseguida de la dificultad de encontrar un lenguaje poético a través del que alcanzar una expresión propia, distinta de la masculina, que, desconectada de la influencia materna, no logra construir su verdadera identidad, según se lee en «Zagal», del Del color de los ríos:

 

Soy el zagal, porque murió mi madre.

Para vestir me dieron ropas de muchachos:

[…] y unas gruesas abarcas que me dañan los pasos. (Id.: 15)

 

O en «Las trenzas», donde se prescinde del arreglo del cabello –“Mi tía me ha cortado las trenzas./Ella dice que un muchacho se debe peinar pronto”- que simboliza el cuidado materno, aunque el patriarcado lo haya convertido en un aspecto de seducción a los hombres (Mª Milagros Rivera, 1996: 63).

 

    Por eso una de las tareas que Juana emprende es el reconocimiento de la madre, que, en este libro, se advierte en el diálogo que se establece con su progenitora, a la que, devolviéndole su dedicación, cuida con esmero en la vejez:

Y soy yo quien ahora te tiene,

[…]

Madre mía, mi niña, cúmplase

esta oscura inversión, y tengamos

tus cicatrices yo, tu corazón mis años. (Id.: 67)

 

 O la reconstrucción de la genealogía femenina en el nombramiento de la cadena completa de las mujeres de la familia:

 

SEPIA

Estoy aquí, colgada

en la pared de cal,

[…]

Soy tu abuela, la madre

de tu madre, que vivió como tantas.

Que dio a luz a tu cuerpo

y te puso en las manos

la existencia y el mundo. (Id.: 75)

 

    Pero también en No temerás, donde se llega a la identificación con la figura materna:

CÁLIZ

Y ahora soy

tan igual a ti, madre,

que no me conozco en el cristal

de este retrato tuyo tan presente. (Juana Castro, 2010 b: 115)

 

Estas actitudes evitarían, en términos de L. Irigaray, el matricidio y restablecerían, a juicio de Luisa Muraro (1991), la autoridad de la madre.

    Ya en Narcisia, mediante una riqueza de imágenes vegetales, trataba de crear un orden simbólico femenino donde la nueva mujer, que vive de modo autosuficiente y en armonía con la naturaleza, da a luz a su hija-hermana (“Hipóstasis”), al tiempo que se canta ese cuerpo femenino, que parece estar dotado de atributos divinos:

 

INANNA

Como la flor madura del magnolio

era alta y feliz. En el principio

sólo Ella existía […]

¡Gloria y loor a Ella,

a su útero vivo de pistilos,

a su orquídea feraz y a su cintura

[…] porque es hermosa y grande,

oh la magnolia blanca. Sola! (Juana Castro, 1986: 11)

 

    Se trata de una reinterpretación de los arquetipos y mitos que han sustentado nuestra   cultura. Así, la revisión, en No temerás, del personaje bíblico de Salomé:

 

ARA

Mi sed no es de este mundo.

Bailando

con la vida supe

que nunca existiría amanecer ni sueño.

Por eso te maté. (Juana Castro, 2010 b: 121)

 

    También de Dafne, en el poema del mismo título de Paranoia en otoño: «Que tu luz no me busque, Apolo, porque soy una hoja/ que vive con el viento» (Juana Castro, 2010 b: 53)

 O de Penélope, en El extranjero, clara alusión a las mujeres afganas:

 

PENÉLOPE

                        Kabul

Pajarillo enjaulado, me han quitado los ojos

[…] Noche mía, mi luz

cuadriculada en negro, cómo pesa

mi manto y su bordado, cuánto tarda

la paz negra del cielo, cuánto tarda. (Juana Castro, 2000 b: 71)

 

Pero especialmente significativo es el caso de los cuentos infantiles, que suponen para la niña un aprendizaje de modelos idealizados como la boda de blanco, cuyo ritual se desenmascara en «María desposada», de Cóncava mujer:

 

Era blanca la boda: un milagro

de espuma, de azahar y de nubes.

Cenicienta esperaba. […]

Blancanieves dormía.

[…]

Y a la boda se fueron una tarde

con su mística plena. Y cambiaron

la hora de su brújula

por el final feliz de los cuentos de hadas. (Juana Castro, 2010 b: 36)

 

    Otro mecanismo para resquebrajar el discurso falogocéntrico es el lenguaje místico, susceptible de albergar la disidencia, que se reflejaba en imágenes procedentes del Cantar de los Cantares en Narcisia, y se realiza plenamente en Arte de cetrería, de influjo sanjuanista:

 

DE LA CAZA CON EL GAVILÁN

[…]

Ni una sombra, ni polvo, quedarán de este lance.

Tan secreto será, tan silencioso,

que aguardo ya tu nombre, descendiendo,

cuando el vuelo levantes tras la muerte. (Juana Castro, 2004: 41)

 

Y es que lo místico, en la medida en que conlleva la disolución del sujeto en el objeto, es un estado hacia el que las mujeres se muestran proclives porque la posibilidad de ser sujeto es reprimida por el discurso patriarcal. Nos hallamos, pues, ante una escritura indagatoria o que tiende a la disolución, pero germinal de un nuevo orden. Por ello no sorprende que Juana convirtiera el exilio en el tema central de El extranjero:

UNA HOJA

Sin tienda ni equipaje.

Te has plantado

delante de mi casa

                                      (Juana Castro, 2000 b: 12)

    Ni que su voz se identifique con la imagen del extranjero, condición que no escapa a lo femenino (Cixous), en el poemario No temerás, que conviene bien a la subjetividad ´nomade` de Rosi Braidotti (2000: 31)

DESTIERRO

Yo no soy de esta tierra.

Era ya extranjera en la distancia

del vientre de mi madre

y todo, de los pies a la alcoba, me anunciaba

destierro. […] (Juana Castro, 2010 b: 113)

 

O de la “náufraga” -en femenino- en Antes que el tiempo fuera: “Náufraga es alguien/ encallada de pronto en la prehistoria […] Ser náufraga, viajar/a un futuro de dunas esquilmadas”

    Un procedimiento distinto, pero que contribuye asimismo a la quiebra del sistema patriarcal es la ironía desestabilizadora, que transita por los versos de La bámbola, en los que el erotismo, a veces combinado con imágenes de las nuevas tecnologías, es el cauce elegido para parodiar los modelos que la publicidad ofrece en nuestra sociedad de consumo:

ES MI HOMBRE

Si usted, señora, es frígida

descanse ya, y recuerde: […]

Vendemos los orgasmos a granel

[…] Sin médico, sin drogas, sin gimnasia […]

Nosotros le ponemos el placer.

Usted sólo el dinero.          (Juana Castro, 2010 a: 33-34)

 

    O, en este otro ejemplo, que, contraviniendo la concepción canónica de la relación amorosa en la tradición literaria, avanza a través de una serie de imágenes novedosas hasta un final inesperado:

SUBLIME DECISIÓN

Es injusto el amor, nunca se adapta

ni a razones, ni a ritmo, ni a su tiempo.

 […]

Por eso en esta hora

de mi azarosa vida me he propuesto

[…] sin tardanza entregarme al que será

mi amor más puro y noble:

El éxtasis sin celos y sin trabas

con un muñeco hinchable. (Id.:

 

    Esta sátira de actitudes y hábitos triviales de la vida social postmoderna aparece también en la obra en prosa Valium 5 para una naranjada (1990), que, como en la poesía, trata de desmontar los estereotipos de un mundo que con frecuencia marginan o subyugan a las mujeres, pero que encuentran en la obra de la escritora cordobesa una vía de denuncia. Es la finalidad que preside también la lírica de otras autoras contemporáneas. Pero justo es reconocer que ha sido Juana, creando, a partir de nuestra herencia literaria, un universo poético personalísimo, una de las primeras en haber abierto el camino.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

BRAIDOTTI, R. (1994), Sujetos nómades: corporización y diferencia sexual en la

                 teoría feminista contemporánea, Buenos Aires/Barcelona/ México, 2000.

BUTLER, J. (1990), El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad,

                 Barcelona, México, Paidós, 2001.

CASTRO, J. (1986), Narcisia, Barcelona, Taifa.

________ (1989), Arte de cetrería, Madrid, edic. La Palma, 2ª ed., 2004.

________ (2000a),  De color de los ríos, Ferrol, colección Esquío de poesía.

________ (2000b), El extranjero, Madrid, Rialp,

_________(2006), La extranjera, prólogo de Vicente Luis Mora, Málaga, 

                    Diputación (Puerta del Mar).

________ (2010a), La bámbola. Intrusos en la red, Jerez, EH editores.

________ (2010b), Heredad, seguido de Cartas de enero, prólogo de Olvido García  

                     Valdés, Sevilla, Fundación José Manuel Lara (Vandalia).

CIXOUS, H. (1995), La risa de la medusa. Ensayos sobre la escritura, prólogo

                       de Ana María Moix, Barcelona, Anthropos.

CHEVALIER, J. (1969), Diccionario de los símbolos, Barcelona, Herder, 1986.

GARZÓN GARCÍA, E. (1996), Temática y pensamiento en la poesía de Juana Castro,

                       Córdoba, Servicio de Publicaciones de la Universidad.

HERMOSILLA ÁLVAREZ, Mª Á. (2011), «La poesía de mujeres en España: la

                          búsqueda de una identidad», Alfinge, nº 23, 2011, pp. 65-88.

IRIGARAY, L. (1974), Speculum de la otra mujer, Madrid, Saltés, 1978.

__________ (1981), El cuerpo a cuerpo con la madre, Barcelona, La Sal, 1985.

MOI, T. (1986), Teoría literaria feminista, Madrid, Cátedra, 1995.

MURARO, L. (1991), L´ordini simbolico della madre, Roma, Editori Riuniti.

RIVERA, M. (1996), El cuerpo indispensable. Significados del cuerpo de mujer,

                         Madrid, horas y HORAS.

UGALDE, S. K., ed. (2002), Sujeto femenino y palabra poética. Estudios críticos

                        de  la poesía de Juana Castro, Córdoba, Diputación.

VIOLI, P. (1991), El infinito singular, Madrid, Cátedra («Feminismos»).


Algunas fotografías del magnífico acto de entrega del premio, en el Palacio de Orive de Córdoba.


Manuel Rico
Presidente de ACE
En la mesa: José Mª Bellido, Alcalde de Córdoba y Manuel Gahete, presidente de ACE Andalucía





José Sarria
Secretario de ACE Andalucía

Entrega del XII Premio Elio Antonio de Lebrija, a Juana Castro
Mª Ángeles Hermosilla Álvarez
Catedrática de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada Universidad de Córdoba

 
Juana Castro




Alcalde de Córdoba

Autoridades




JUNTA DIRECTIVA DE ACE

Antonio Moreno Ayora, Delegado Córdoba
Mª Jesús Fuentes, Delegada Ceuta
Juan Clemente, Delegado Sevilla
Inmaculada G. Haro, Socia ACE Andalucía Málaga
Juana Castro
Aurora Gámez Enríquez, Delegada Málaga


José Cabrera, Delegado Jaén