VACACIONES, SALUD Y BELLEZA
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De nuevo el verano, las vacaciones, ese cambiar de tareas tan intenso a veces, tan deseado y necesario. Nos planteamos una vez más superar el estrés, la ansiedad, el tedio, la soledad. De nuestra mano queda el tener conductas saludables como una buena alimentación, hacer deporte, dejar de fumar, de beber alcohol… ¡en eso estábamos pensando, dirían algunas! Bien, ya que no podemos cambiar, por lo menos tan fácilmente: contrato laboral, falta de zonas verdes en nuestra ciudad, servicios socio-sanitarios inexistentes o la violencia que impera en la sociedad, podríamos empezar por nosotras mismas.
Yo diría que reservar tiempo para nosotras, repartir tareas domesticas o encontrar ayuda para solucionar algunos temas que nos afecten sería una buena forma de empezar, ¿nuestras vacaciones? , ¡si, porque no, nuestras vacaciones! Organizando a nuestro alrededor algo parecido a la calidad de vida que todas deseamos. A menudo me pregunto ¿será esto morder la manzana? Si te pasa que los que están alrededor protestan, lo ven mal o te culpabilizan por obtener tu propio espacio vital, pregúntate: ¿son estas las personas que me quieren? ¿para qué me quieren, para si mismas? Si a tu alrededor encuentras aprobación, compañía y ayuda, estás entre gentes que te quieren bien. Felicidades.
Un beso a todas, especialmente a las que tienen que luchar contra marea para conseguir su propio espacio de tiempo y felicidad, es decir belleza en su vida. Ahí les regalo éstas palabras recogidas de un estudio sobre la Salud de las Mujeres:
“Cuando la pobreza, las desigualdades de género y otras barreras socioculturales se interponen para que la mujer disfrute de buena salud, el alcance de las consecuencia va más allá de ellas mismas, por ser las principales cuidadoras, ganadoras de sueldos y miembros productivos de la sociedad”. Y estas otras:
“La única forma de asegurar que todas las mujeres ejerzan sus derechos sexuales y reproductivos de manera segura, es haciendo que toda mujer tenga acceso de verdad y a su disposición servicios integrales de atención a la salud reproductiva. Para ser accesibles estos servicios deben ser económicos, respetuosos y ofrecerse donde viven las mujeres”.
Chicas, ¿estamos hablando del tercer mundo?
Aurora Gámez.

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