Amar en tiempos de igualdad

Charla "Amar en tiempos de igualdad" de Aurora Gámez Enríquez

Presentación a cargo del profesor de filosofía y letras 
Alumnado de Segundo y Primero de Bachillerato
Colegio Lourdes. Coín (Málaga)

Sebastián Gámez Millán 

Coín, 29 de Octubre de 2014

Como “los poetas no tienen biografía; su biografía es su obra” (Octavio Paz), si tuviéramos que rememorar la infancia de Aurora Gámez Enríquez –y quizá también algo de la nuestra–, antes que mencionar datos como que nació en Coín, el año, las circunstancias familiares y sociales, el contexto… sería preferible decir o más bien cantar:

“el nogal y el cielo
yo niña y luz
sola y unida
el camino, el canalizo
el agua, el susurro del viento…
yo
el matranto oloroso
sobre la piedra de lavar
el cañizo, el viento
la luna y yo
sola y unida

Podría decir, en efecto, que Aurora Gámez Enríquez vino a la luz de la vida en el número 5 de una calle de Coín en 1956; una calle que ambos sabemos y a la que tenemos que regresar. Podría decir que estudió Ciencias Biológicas en la Universidad de Barcelona. Podría decir que desde 1992 trabaja como educadora de Atención Social del Instituto Andaluz de la Mujer. Podríamos pensar, pues, que hoy viene invitada en calidad de esa labor educadora que lleva a cabo desde entonces.
Pero, como sugería al comienzo, me atrevería a decir que más allá de este perfil, Aurora Gámez Enríquez es y no puede dejar de ser poeta. Y si hoy viene a ilustrarnos sobre “Amar en tiempos de igualdad”, sospecho que no sólo lo hará desde la voz de la educadora, sino también desde la voz de la poeta que irremediablemente es y respira en ella y con ella. Aunque es posible que ustedes no tengan la suerte de que se os aparezca la mujer que canta y celebra y afirma, sino la que cuida que las palabras no se distancien demasiado de las acciones a fin de que las iluminen justamente, pues según Fray Luis de León, la poesía nos ha sido dada, entre otras funciones, “para que las palabras y las cosas fueran conforme”.
Sé que os dejo en buenas manos, con la voz de Aurora, que cada mañana, siempre igual, siempre diferente, renace a la incesante luz de la vida.







Una segunda presentación más intima y personal que hizo llegar a la autora:

Aurora Gámez Enríquez y yo nos conocimos hace unas semanas en el Centro Andaluz de las Letras. Ella preguntó por Sebastián Gámez y, a pesar de que yo sigo sin saber quién es ése, me presentaron como tal. Sospecho que los seres humanos somos más lo que nos pasa y lo que padecemos que lo que elegimos. Por eso desconfío de las biografías, ya que, salvo contadas excepciones, están repletas de justificaciones y reconstrucciones. Esta es la razón por la que tengo para mí que el carácter y la personalidad de alguien puede brillar más en un gesto que en toda una biografía. Permítanme contarles un gesto con tal fin. Fuera del Centro Andaluz de las Letras entramos y salimos del Cervantes, caminamos y hablamos por algunas calles de Málaga. Y no habían pasado diez minutos desde que nos habían presentado cuando ella ya me estaba dedicando una antología de su obra poética en mitad de la noche. Aurora es de una generosidad casi ilimitada. Pocos días después le propuse que viniera a ilustrar a mis alumnos sobre violencia de género y, como no podía ser de otro modo, me respondió que sí. Ha decidido hablaros de “Amar en tiempos de igualdad”. Hoy tenemos la suerte de contar con su presencia y su voz: escuchen y luego canten, pues “miserable el instante que no es canto”.       

                                                      Sebastián Gámez Millán

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