• Colección de poesía


    W a l l a d a


    W a l l a d a Poeta del siglo XI





    Nº 6

    MÁLAGA, 2006








    I M P R O V I S A D O E S P E J O


    α

  • Quisiera ser hermana de la flor
  • Otoñea el ficus
    ante la inmensidad plata de la aurora.
    Justo en su cielo
    se abren paso los rayos del iris
    entre la multitud de nubes que anuncian
    el llanto acompasado.
    ¡Sobrecoge tanta belleza!
    Me refugio con la música
    en el corazón de mis sueños.




    β

  • para vivir en cada fiel instante
    para morir efímera y constante
    formando parte niña siendo sor.

  • Atesoro amaneceres sensitivos
    ¡qué tibios sus adolescentes rayos!
    Intuyo
    que tendré que recurrir a ellos
    en un futuro adolescente.
    Mis ojos ven el mar, que evoluciona
    en cada tramo de tiempo, diluirse
    como cuando era Yo.
    Me acompaña una Dama y su Jazmín,
    —Stephanotis, para más señas—.
    La esparraguera quiere también permanecer,
    me hace guiños con sus brotes tiernos.
    Y es que hoy,
    como todos los Hoy, de ayer y de mañana
    prodiga su belleza,
    para que tú,
    yo,
    o incluso él,
    consintamos en amarla.





    γ

  • Ser mujer fuerte en alta mar, volver
    en sí; del verso libre sustanciarme
    contra melancolía desatarme
    y en mi cuerpo librado resolver.
  • Nítido el horizonte,
    espejo de agua la ciudad,
    los tejados, el patio del colegio,
    las palmeras, la acacia,
    la Strelitzia, —Ave del paraíso—.
    No encontré las palomas,
    será culpa del llanto de la noche,
    no cesó, persistente y matutino.
    Ya volverán
    cuando el sol las proteja.
    El patio del colegio
    de improvisado espejo
    me devuelve la imagen reflejada
    de una onírica cesta de balones,
    pasado de una niña que encestaba
    para llenar el tiempo de canela,
    cruzar su leve vida,
    llegar hasta sí misma,
    al instante que vive y resucita.
    Las palomas empiezan a volver
    ya las más intrépidas coronan su atalaya.
    Amaneció.





    δ

  • Con poemas extensos de azahares
    instalaré en mí un templo de jazmines,
    regándolos con lluvia de verdades.


  • Me saluda la mañana de palomas
    prendiendo el vuelo sobre el nuevo día
    hondo respiro los rayos primeros
    acariciada por generosas flores
    que alfombran a mis pies cáliz, esencia.



    ε

  • Suelo al viento contarle mis pesares
    defendiendo valores con sus fines
    siendo germen de fieles amistades.

  • Mi atención te hace único
    pequeño árbol anónimo;
    mayo te ha engalanado de nuevo
    con las misteriosas flores apenas imperceptibles
    Solo tu, sola yo,
    no paramos de quitarnos la soledad
    a golpe de silencio.
    Qué orgullosa la Strelitzia
    reina ella de las aves blanca azul
    tan arracimada,
    tan oculta su soledad.